Jóvenes Autores V – VI (prólogo)

El reconocido narrador paraguayo Augusto Roa Bastos señaló en una ocasión que escribía “para evitar que al miedo de la muerte se agregue el miedo de la vida”. Una razón de peso, sin duda alguna, que justifica dedicarse a una tarea tan ardua, ingrata, solitaria e incierta como lo es eso de encerrarse durante horas no sólo para juntar palabras en busca de su musicalidad, sino de ambicionar la (no siempre lograda) tarea de construir universos ficticios y reales a la vez. O de universos que no existen, pero que tienen que aparentar que sí existen. O bien, que de tanto elaborarlos, terminan siendo verdaderos al menos en la mente del lector. O, en última instancia, que de alguna forma existen porque cuando se habla de alguien —así ese alguien sea de ficción—, se habla, en el fondo, de todos y de cualquiera. Tal es la escritura de ficción. Una forma de enfrentar el miedo a la vida abarcando en cada intento un pedazo del mundo que es y del mundo que podría ser. Así, desde el año 2005, el Premio de Cuento Policlínica Metropolitana para Jóvenes Autores se ha dedicado a la tarea de fomentar ese propósito: ampliar el panorama de mundos, de puntos de vista, de historias que cuenten nuestros días y estimulando la creación bien en voces nacientes, en proceso de consolidación o en franco desarrollo de una obra propia. Porque si algo necesita Venezuela en estos momentos es la multiplicidad de voces. La pluralidad de puntos de vista. La posibilidad de contar la compleja y contradictoria realidad circundante desde el universo de la creación —tan huraño a ofrecer resultados a todo aquel que no esté dispuesto a demostrar temple y paciencia—; representarnos, a partir de esos retazos inconscientes que incluyen nuestros miedos, anhelos, recuerdos, fantasías, sueños y experiencias, para así componer un collage del momento actual al margen de las historias oficiales. Uno que muestre cómo pasa a través de nuestros jóvenes esta realidad, indescifrable y alucinante, escapada de toda posibilidad de explicación desde análisis racionales. Y es así como en estas líneas encontraremos historias que hablan de sus universos cerrados, pero también de los valores que sustentan las regiones en las que transcurren dichos universos. El machismo, el hastío, el parentesco religioso de algunos dogmas políticos, un país quebrado en valores, una clase media en bancarrota, delincuentes y psicópatas devenidos en mitos, la violencia en todas sus formas, el amor (o su intento) en medio del desconcierto, la nostalgia, el crimen, la evasión, universos todos que se yuxtaponen y crean un mapa rico en voces que cuentan la realidad desde su perspectiva. Este volumen recoge los cuentos ganadores y finalistas de la V y VI edición del Premio de Cuento Policlínica Metropolitana para Jóvenes Autores, 2011-2012. Los relatos ganadores, entre ambas ediciones, presentan las firmas de autores que ya han ido demostrando su constancia y sus aciertos temáticos y estilísticos: Gabriel Payares, John Manuel Silva, Carolina Lozada, Dayana Fraile, Delia Mariana Arismendi y Miguel Hidalgo Prince ya forman parte de los narradores venezolanos de las actuales generaciones. Todos ellos tienen al menos un título propio publicado y un camino andado en sus exploraciones y reconocimientos. Son parte de los nuevos autores de la casa. A esos se le suman otros que, en mayor o menor medida, también han andado sus propios caminos y asomado los primeros resultados de sus faenas. Esta lista incluye nombres como Mario Morenza, Jorge Gómez Jiménez, Carlos Patiño, Ricardo Ramírez Requena, Nora Edén Mora y Enza García Arreaza, junto a otros como Martha Durán, Daniel Fermín, Arturo Serrano Álvarez, Dacio Medrano, Juan Carlos González Díaz y Katy Civolani. Vale acotar que el jurado conformado en cada edición del certamen ha sido uno de los factores que han garantizado tanto su éxito de convocatoria como la calidad de la muestra. Los encargados de seleccionar los 19 títulos que compendian este volumen de entre más de 350 textos participantes estuvo compuesto por Ana Teresa Torres, Norberto José Olivar y Carlos Pacheco, para la V edición (2011); y Victoria De Stefano, José Luis Palacios y Luis Yslas, en la VI (2012), figuras todas con vasta experiencia en el estudio y desarrollo de la narrativa de nuestro país. En conclusión, dichos textos suponen no sólo una forma de espantar el miedo de la vida, especialmente en un país en el que esta última se acerca más a la pesadilla que al sueño, sino de dejar un valioso testimonio de su vivo paso por estas tierras, que espanta también el miedo a la muerte. Bienvenidos a sus líneas.

 

Prólogo del libro Premio de Cuento Policlínica Metropolitana para Jóvenes Autores V – VI