Vivir para cantarlo

El poeta es un alquimista que convierte en esplendor los sinsabores de la vida. Para él todos son dones. La congoja entra en su corazón y sale convertida en belleza. Y es eso lo que ha hecho, a lo largo de su dilatada carrera, ese caraqueño nacido en Roma que conocemos con el nombre de Yordano. Las ausencias, las angustias, la ilusión del amor, las despedidas, la esperanza de un mejor mañana, las derrotas, el calor de la amistad, el duelo…  No hay sentimiento que no se haya corporizado en la poesía de sus canciones. Todo ha sido materia para la magnífica obra de este trovador de nuestro tiempo, que ha compartido  generosamente esa magia con un público que ha encontrado en sus letras pasajes de su propia vida y consuelo para sus penas.

Escuchar sus producciones más recientes es constatar que mantiene intacta la llama de la creación. Es el resultado de exigirse siempre la canción más lograda, la letra más sentida, el disco más completo, el mejor concierto posible. Y esa vida ejercida a plenitud en ese espacio espiritual y geográfico llamado Caracas ha sido fuente y escenario de sus inolvidables letras. Es lo que busca y obtiene su fiel cofradía de seguidores. Y es lo que se empeña en darles en todo momento.

Es su vida. Es la ciudad que bombea fuerza a su creación.

Y vive para cantarlo.

 

La melancolía nace de aceptar la fragilidad de la belleza. Y la ternura, el lenguaje de quien conoce su vulnerabilidad pero no teme a los riesgos de la vida. Mirar desde esos lentes es lo que da tanta fuerza humana a las letras de Yordano. Tanto resplandor. Melancolía y ternura, pero también esperanza. En que siempre se puede comenzar de nuevo, en el inagotable amor, en que todo cuanto depara este viaje encontrará espacio en la letra de una canción.

Yordano, quien le ha cantado a la vida en todos sus rincones, viene de regreso de un largo camino. Y lo hace con el fuego de una revelación, para contarnos la historia de un hombre satisfecho con la vida, y agradecido por lo recibido, por haber construido un destino lidiando con los obstáculos, por haber alcanzado esa dimensión, por haber encontrado su lugar en este extraño mundo.

Desde aquel joven que escribió que “todavía me asombra un rayo de sol” hasta este hombre maduro que confiesa que después de todo “ya no cargo mi armadura, la dejé con la amargura”, la poesía de Yordano pregona que en los pliegues del dolor y el desconcierto siempre anidará la redención. Son las reflexiones de un hombre que vive su tiempo y lo impregna de luz y magia.

Y vive para cantarlo.

 

Tras doce años de ausencia, Yordano vuelve al Teresa Carreño para ofrecernos un recorrido por esa carrera iniciada en 1982, cuando debutó con Negocios son negocios. Vuelve para celebrar con su público 40 años siendo uno de los cantautores referenciales del continente. Y volver a este recinto es volver a casa, lo que hace cada vez que puede, desde 1987, cuando presentó los dos primeros discos que lo convirtieron en un fenómeno musical inédito en la Venezuela de entonces.

Y como creador en permanente evolución, en este encuentro lo acompañará una banda de jóvenes y talentosos músicos, dirigidos por el bajista Anderson Cordero, que incluye dos guitarras, teclados, percusión, batería y metales, así como 4 coristas y una sesión de cuerdas de músicos de El Sistema. Y como se trata de una celebración de vida, no podían faltar a la cita entrañables compañeros de ese largo andar, como Trina Medina y Carlos “Nené” Quintero.

En Vivir para cantarlo Tour, Yordano hará un repaso por toda su trayectoria, un inventario de vida que compartirá con su público. Será una celebración y una liturgia en la que reviviremos, con su música, la banda sonora de nuestra propia vida. De nuestros momentos memorables. Es a ese acto al que nos convoca, en este regreso a su público, a su ciudad, al escenario que le ha dado tantas satisfacciones y lo ha visto crecer como artista, como hombre y como venezolano que ha sentido el peso de los años que nos han tocado vivir, pero que no pierde esa fuerza invisible que nos levanta cada mañana: la certeza de que la vida está hecha de esperanza. Y ha dedicado su carrera a cantarle a ese milagro de todos los días.

Y vuelve para confirmar su compromiso de vivir.

Vivir para cantarlo.

 

Texto del programa de mano del concierto de Yordano en el Teatro Teresa Carreño, el 25/11/2022, durante el Vivir para Cantarlo Tour, celebrando sus 40 años de carrera.

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